Ponerse en los zapatos del otro

Ya que estamos en el invierno y aquí en Lima "la gris" se registra [hoy] el día más frío del año, entramos con una nota no muy alegre :'/.

Todo el mundo ha escuchado [por lo menos alguna vez] "ponte en los zapatos del otro" 'To put yourself in someone else's shoes' [o quizás zapatillas jojo], que es como decir "ponerte en la situación de ellos y quizás ser un poco más empático al respecto".

A pesar de que lo pensemos y lo pensemos [hasta repensemos], es bastante fácil decirlo e imaginarlo.  Vivirlo es otra cosa y a mí me tocó :o.

Preámbulo:
Por cuestiones de la vida, siempre nos topamos [cruzamos] con personas con diferentes limitaciones físicas o de la edad, quizás ciegos, sordos, cojos [en silla de ruedas, bastón o muletas] o incluso personas de la tercera edad [entre otros]. Natural de nosotros, unos seres "tan ocupados" [a veces desconfiados], no les prestamos ni la más mínima atención y es peor cuando los incomodamos con nuestras miradas penetrantes.

La verdad es que yo [¡sí yo!], la mayoría de veces los he ayudado, con un cierto recelo, temor y hasta desconfianza. 

[A veces este tipo de casos se ha prestado para asaltar (sí, la criollada decimos...)]

Hecho:

Por asares de la vida se me infectó el ojo [no pregunten cómo, que si lo hacen esta entrada parecería la historia sin fin] y bueno, yo, recontra tranquila fui al doctor el cual el mismo día me hizo preoperatorios, pues estaba cerca al lagrimal y fatal, Angelilla corría el riesgo de problemas mayores.

Me operaron al día siguiente y como Angelilla es una persona bastante ocupada, tenía muchas cosas que hacer [:o] por lo que decidió hacerse la macha y salir al mundo ese mismo día [inmediatamente después de la operación] a dar sus exámenes, a hacer sus trámites de la U  y continuar normalmente su vida :D.

Lo que Angelilla no sabía era que no iba a pasar desapercibida [como todos los días, como cualquier mortal normal]. Tenía tremendo parchesazo en la cara y no veía bien con un solo ojo.

Cosas no muy bonitas: 

• Todo el mundo me observaba como bicho raro [no me incomodó, del todo, porque según mi coach me encanta llamar la atención :D, aunque a cualquier mortal le hubiera incomodado, PONTE EN SU LUGAR, ¡papito! o ¡mamita!, en general no es agradable ]

• Nadie me levantó [¡oeeee!]. Me refiero a que ninguna combi o carro [bus, colectivo, micro o como le llames] nadie quería subir a "una cieguita" [¿quién se va a cargar tal responsabilidad?]. Me sentí como los chibolos de cole cuyos carros [couster o combis] no los quieren subir porque pagan medio pasaje [so bad!, miles de horas perdidas esperando a que un carro me levante]

• Cuando, por fin, subí al carro... y encima parada, aparte de que nadie me ofreció asiento. Las miradas acusadoras pensaban que yo iba a pedir plata [dinero] o a vender algo. Con decir que un niño [porque su madre le dio] me quiso dar un par de monedas. [Más respeto señores, las personas con algún limitante físico NO SON TODAS MENDIGAS. Algunos se valen de eso, alguien con dignidad trabaja de verdad jum! :P]    

Hay muchas cosas con que me gané [con un par de días con el parche] y al igual a otras situaciones de empatía que me ha tocado vivir, uno realmente no lo siente [de verdad, valga la redundancia :D] hasta que lo vive.

Más adelante contaré otras situaciones empáticas, que hacen a uno pensar y valorar lo que tiene [tan cotidiano en tu vida, que ni siquiera prestas importancia]. Me crean sentimientos encontrados, por un lado el 'feeling' y por el otro impotencia por la desigualdad que puedes encontrar en nuestro país.

Cambio y fuera. Angelilla reportándose ;)

Foto:

 Angelilla y el parche :D

Moraleja: Trata como quieres que te traten.