Escrito el martes 14 de agosto, 2012.
Hoy fue mi primera vez. Como preámbulo puedo decir que fue algo que planeamos hace mucho. Tenía que ser "especial" [ya que era la PRIMERA vez (con mayúsculas jojojo)] por eso elegimos un lugar de los más decentes que hay en la ciudad. Decidimos que sería en Caminos del Inca [Surco], en un lugar de esos fichos que abundan por ahí y a pesar de eso, nuestra inseguridad se hacía presente, tanto que cambiamos la reservación más de 3 veces [postergándolo y postergándolo].
Nos encontramos a la hora citada en un punto de la ciudad, tomamos un taxi a nuestro destino y durante el camino conversamos de vanalidades [sobre su trabajo y nuestras vidas], mientras el taxista sapazo escuchaba.
Llegamos, yo pagué el taxi [me dijo que luego compartiríamos gastos]. Después de tanto buscar el lugar [lo que parecía una eternidad], lo encontramos y entramos.
Nos encontramos a la hora citada en un punto de la ciudad, tomamos un taxi a nuestro destino y durante el camino conversamos de vanalidades [sobre su trabajo y nuestras vidas], mientras el taxista sapazo escuchaba.
Llegamos, yo pagué el taxi [me dijo que luego compartiríamos gastos]. Después de tanto buscar el lugar [lo que parecía una eternidad], lo encontramos y entramos.
Ya adentro, una señorita muy amable en recepción nos ofreció lo que sería una especie de formulario de nuestros datos, mientras buscaba nuestra reservación [eso me hizo sentir como si estuviera a punto de hacer algo malo o como si firmara un contrato sin arrepentimientos o "vueltas atrás"].
Ella, la señorita de recepción, sonrió y dijo "¡Ah!, ya sé quiénes son. Ustedes han postergado varias veces, debe ser su prim..." y se calló antes de completar la frase. Sólo con una gran sonrisa, nos pidió nuestros datos [ya llenados] y dijo "no tengan miedo, no es cosa del otro mundo". Pidió que nos acompañaran a nuestra habitación y eso hicimos.
Al llegar, la habitación no era tan grande como me lo imaginaba, aunque a decir verdad, sí que lo era [jojo]. Era sobria, bastante blanca para mi gusto, sin embargo, me dada bastante tranquilidad [se respiraba una atmósfera de paz]. Yo me senté, en la cama [de sábanas de blancas] y jugué al rebotar en ella [parecía una pequeña jugando con su colchón nuevo].
Mientras jugaba [rebotanto en la cama], me sorprendió, me dijo que volvería [yo supongo, iba a "prepararse" ja- ja- ja], también me dijo con un tono cálido "desvístete y métete bajo las sábanas, que ya vuelvo. Puedes dejar tu ropa ahí [y señalo un perchero]". Yo obediente, lo hice.
Al regresar, sentí sus dedos deslizarse entre mis piernas, fue placentero. Prosiguió a jugar con los dedos de mis pies [o eso parecía], iba subiendo con unos masajes buenazos que lograron que olvidara todo.
En la habitación, mientras escuchaba melodías de músicas románticas tocadas en piano, se aproximaba a pasar sus suaves manos por mi espalda, fue una sensación tan extraña y rica a la vez. Me dijo "no tengas miedo, relájate" y de pronto me dejé llevar...
Sentí que me hizo saltar varias veces, pobre cama [¿habrá sido eso lo que creo que es?, no lo sé]. Era como si leyera mi pensamiento, pues cuando pensé "ya le toca a mi cuello", el mismo segundo siguió con él.
Pasó sus dedos entre mis cabellos y en algunos momentos tiró de ellos, sentí dolor, un dolor rico [ahora ya me convertí en masoquista].
A comentario personal, me atrevo a decir que, nunca me había sentido tan descubierta ante alguien [que sabía muy bien lo que hacía]...
Todo terminó, con algunos otros detalles que no he mencionado y se fue [creo yo, para que me cambiara]. Yo, por otro lado, sentí como si hubiera tocado el cielo y hubiera regresado [era mi primera vez, ¡déjame pues!].
Al correr las cortinas y salir de la habitación, me dijo "fue un placer" y antes de ir de camino de salida me dijo "¡espera!", me pasó sus dedos bajo los ojos y me dijo "así está mejor" [creo yo, porque posiblemente se me había corrido un poco el lápiz].
Al salir y pasar nuevamente por recepción me preguntó si deseaba hacer una nueva reservación y yo le respondí "puede ser, los masajes han sido buenazos". Esa fue mi primera vez en una sala de masajes, fue espectacular, lo recomiendo, liberas todo :D.
Sólo queda decir, sucedió así un día martes de agosto.
¡Nos vemos! ;)
Cualquier parecido con otra realidad quiere decir que ya lo necesitas, no te quedes con las ganas. Hay muchos cupones [y/o promociones] que podrías conseguir a precios módicos ;).
No hay comentarios:
Publicar un comentario